El vertiginoso desarrollo tecnológico ha envuelto a la sociedad colombiana, principalmente a las nuevas generaciones, en una serie de excesos en cuanto al uso de los diferentes equipos tecnológicos como smartphone, smarttv, tablets, computadores y con ellos aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Twitter, Instagram, Messenger. Estos, no se usan de manera adecuada ni en el momento oportuno, en reuniones familiares, con amigos, rumbas juveniles, suele verse la escena en la que cada persona está concentrada en su celular revisando sus redes sociales, normalmente el Facebook o chateando con personas a kilómetros de distancia y que, en el peor de los casos no se conocen personalmente. Como dice la frase popular: las comunicaciones tecnológicas, nos acerca a los que están lejos, pero nos aleja de los que están cerca. 

El uso incorrecto e ingenuo de las redes sociales como el Facebook, es aprovechado por personas inescrupulosas y delincuentes en este país para averiguar toda la información personal de sus víctimas y luego secuestrarlas, violarlas, extorsionarlas, hacerles ciberbulling, trata de blancas, y/o en última instancia asesinarlas. 

Así como se ha acuñado el concepto de Nativos digitales, hoy en día existen niños, niñas y adolescentes (NNA) huérfanos tecnológicos, es decir, que aunque tienen sus padres, éstos no le dedican tiempo de calidad por estar “ocupados” en sus celulares, viendo programas “importantes” o “interesantes” de televisión o literalmente pegados a un computador.

Debido a que los NNA de hoy crecen en hogares con escenarios como los descritos anteriormente, estos se convierten en esclavos y adictos a la tecnología.

“La ciberadicción se establece cuando el niño deja de verse con sus amigos y se instala frente a la pantalla con sus videojuegos, el adolescente presta más atención a su Iphone que a su novia o el joven no rinde en los estudios porque revisa obsesivamente su correo electrónico. En todos estos casos hay una clara interferencia negativa en la vida cotidiana” (Estallo, 2001, citado por Echeburúa & Paz de Corral, 2010, p 91).

La escuela no escapa a este grave problema, normalmente en el aula de clase, los docentes tenemos una lucha diaria con aquellos estudiantes que a priori, podrían considerarse ciberadictos, no pueden despegarse del celular, o toman los computadores, para jugar, escuchar música, ver videos, chatear o revisar sus redes sociales. En todo momento de la clase, quieren estar literalmente pegados a sus equipos tecnológicos.

Siendo consecuentes con esta situación es necesario que los estudiantes aprendan a manejar con moderación cada uno de los dispositivos, herramientas y aplicaciones que ofrece la tecnología actualmente. Se debe tener presente que los aparatos tecnológicos no enseñan, no forman en valores, no educan y en últimas no brindan afecto, siendo esto último, una de las carencias más sentidas de los chicos de nuestras escuelas. Las amistades tienden a ser frívolas, poco se tejen lasos sociales y de calor humano.

Este panorama es adverso para un adecuado ambiente de aprendizaje y de calidad en los estudiantes y conlleva a plantearse el siguiente interrogante: ¿cómo se puede incorporar y usar de manera adecuada y efectiva los dispositivos y herramientas tecnológicas en el aula de clase?

Gleismer Trillos Moreno.